viernes, 2 de enero de 2015

El Valor de la Amistad

La amistad  es un vínculo que nos proporciona la posibilidad de compartir experiencias, conocimientos e incluso medios económicos. Los lazos de amistad se potencian recíprocamente y no pueden existir por separado. 

La realidad de la amistad es dual. Implica la existencia de al menos dos personas. La amistad necesita a un interlocutor para compartir, crecer mutuamente y descubrir en él  sus valores y también sus deficiencias. Es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida.

El buen amigo no anula al otro, sino que lo potencia, es su compañero y un facilitador de sus muchas posibilidades. No es envidioso, ni prepotente, ni se aprovecha de él.

La amistad se basa en la mutua confianza, donde el objetivo es ayudar al otro,consecuentemente así mismo.

No se impone ni se programa, como todo en la vida requiere de un esfuerzo para conseguirlo y lo más importante es poner los medios para lograrlo y mantenerlo.

Se muestra en los momentos felices: el nacimiento de un hijo, la celebración de un ascenso laboral, la inauguración de una casa, etc.

En otras ocasiones, la amistad se concretiza en una llamada telefónica para pedir un consejo o compartir un proyecto o intercambiar ideas políticas, religiosas o de la propia existencia, o simplemente por esa sensación que tenemos  de que existe una persona, aunque sea a cientos de Kms, a la que podemos recurrir solamente para hablar y saludarlo.










Es muy común que cuando una persona vive en la prosperidad le sobren amigos. Esto es fácilmente observable entre los artistas de cine, los deportistas famosos, y otras personas que hacen vida pública y ganan por supuesto mucho dinero. Pero, ¿que sucede cuando se acaba el dinero?

La gran mayoría de los pseudoamigos desaparecen de la faz de la tierra. En una verdadera amistad no hay interés material, el único interés que prevalece es el que se tiene por la persona misma, interés por disfrutar juntos lo positivo de la vida; interés por crecer juntos; interés por aprender juntos, interés por disfrutar de la compaña de los amigos sin importar si son ricos o pobres, si te pueden dar algo o nó.

Muchas personas tienen amigos sólo para su beneficio propio. El interés genuino se manifiesta en las personas, no en las cosas materiales.

Como amigos podríamos sentir empatía y solidarizarnos especialmente con el sufrimiento de quienes queremos de verdad. 

Los verdaderos y auténticos amigos tienen la capacidad de entender y compartir los problemas, los sentimientos, las alegrías, en fin, las emociones en sí mismas, pero sin hacer juicios.

Cualquier alegría es mucho más grande, cuando se comparte con alguien; cualquier tristeza es mas llevadera cuando se puede descargar en un amigo ó una amiga.

La amistad era una divinidad alegórica entre los griegos y romanos. Las estatuas que la erigieron los primeros iban con un ropaje abrochado, la cabeza desnuda y el pecho descubierto hasta el corazón, en cuya dirección estaba la mano derecha; abrazando con la izquierda un olmo seco, alrededor del cual crecía una vid cargada de uvas.

Los romanos la representaban bajo el emblema de una hermosa joven vestida sencillamente con un ropaje blanco, la mitad del cuerpo descubierto, coronada de mirto entretejido de flores de granado y sobre la frente estas palabras : Invierno y Verano.

Las relaciones de amistad han sido profusamente narradas, tanto en el mundo de la literatura como en del cine y la televisión, a grado tal que si bien un listado verdaderamente completo sería imposible, es fácil identificarlas en casi cualquier obra.



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