domingo, 2 de noviembre de 2014

Belgrano: un barrio con historia

Puede decirse que el pueblo de Belgrano nació en 1855, momento en que se aprobó  su nombre, en homenaje al creador de la bandera. Debido a su buena ubicación, el pueblo creció rápidamente. Sus límites eran en aquel momento  el Río de la Plata, el Arroyo Maldonado, hasta el Cementerio de la Chacarita y la calle Zufriategui. El núcleo histórico de la antigua población y luego barrio fue el área inmediata a las Barrancas de Belgrano en la orilla derecha del arroyo Vega. Actualmente sus límites se han acotado y corresponde a lo que hoy se conoce como Comuna 13.

Es un barrio cargado de cultura, tradición e historia y caminando por sus calles se puede apreciar Monumentos, Museos, Bibliotecas, etc. Basta saber que fue diseñado por Carlos Thays, el arquitecto francés contratado por Sarmiento, responsable de muchos de los parques más bellos del país.

En la época colonial, Belgrano era conocida con el nombre de Partido de los Montes Grandes, momento en que abarcaba una  legua de tierra adentro del río.

La calera, era un horno para producir cal a partir del material calizo del lugar, instalado por sacerdotes  franciscanos, ubicado en los campos comprendidos por las actuales  Avenida Luis María Campos desde Sucre hasta Juramento.

El 28 de Septiembre de 1887, una Ley Nacional anexó los Partidos de Belgrano y Flores a la Capital Federal. Desde ese momento, Belgrano que era ciudad se transformó en barrio de otra.

Desde fines del Siglo XIX, y hasta bien avanzada la mitad del SigloXX, este barrio se caracterizaba por la presencia de lujosas mansiones y grandes caserones rodeados de arboledas frondosas, ejemplo de los cuales eran el Palacete de Gowland Moreno y el Palacete Delcasse, mas conocido como la “Casa del Angel”.

Los estilos predominantes eran eclécticos, con elementos principalmente de las arquitecturas inglesas y francesas en lo que para algunos  constituía una armoniosa y muy lograda síntesis. 

El pueblo tuvo su primera Capilla en la esquina de Pampa y 11 de Septiembre y estaba dedicada a San Benito. En 1856 se realizaron importantes mejoras las que fueron inauguradas por el Gobernador Pastor Obligado. Bien pronto la capacidad de la Capilla resultó insuficiente, razón por la cual en 1864 el Presidente de la Municipalidad local, Don Laureano Oliver, dispuso la creación de un nuevo templo. Las obras se iniciaron en 1865. Trece años más tarde, el 8 de Diciembre de 1878 quedo inaugurada la particular Iglesia Redonda bajo la advocación de la Inmaculada Concepción. Esta fue diseñada por  Nicolás  y José Canale, con la colaboración y construcción del Arquitecto Juan Antonio Buschiazzo. De estilo Neo-romano, se accede a la misma a través de 7 peldaños de mármol blanco. En su frente se observan 8 columnas de fuste liso y capitel compuesto.

Una de las particularidades de esta Iglesia es su planta de forma circular. A la izquierda de la Parroquia se encuentra la Plazoleta Rafael Hernández, en homenaje a quien se radicara en Belgrano en el año 1872, y desplegase durante 20 años una incesante labor a favor del bien público.

En Octubre de 1887 se inauguró el Cuartel de Bomberos en el local ubicado en Vuelta de Obligado 2254. El cuartel contaba con un Oficial, tres Suboficiales y 13 soldados.

Estaban equipados con una bomba a vapor y un carro tirado por caballos. Con la creación de este Cuartel, se acrecentó la seguridad del barrio de Belgrano, ya que  antes debían esperar el auxilio de los Bomberos del Centro.

La Avenida principal del barrio fue y es Cabildo, que tuvo distintas denominaciones con el correr de los tiempos. En primer lugar se denominó Camino Real, luego Camino de Santa Fe y Camino de San Isidro, camino obligado para acceder a las provincias del Norte. Desde 1893 y hasta el presente, Cabildo. Esta Avenida es la arteria clave del barrio de Belgrano y la que acoge la mayor parte de su oferta comercial: librerías, cafeterías, cines, etc. Esta arteria, que tiene una extensión de más de 6 kilómetros parte desde de la Avenida Dorrego y llega  hasta la Avenida General Paz, límite con la Provincia de Buenos Aires. Salvo los pocos centenares de metros entre las Avenidas Juan B. Justo y Dorrego, Cabildo recorre en toda su extensión el antiguo barrio de Belgrano. En sus comienzos esta arteria no estaba empedrada y se formaban pantanos.

Luego por el centro corrían las dos vías del tranvía Lacroze llamado “Tranvía rural “tirado por caballos. En 1898 fue autorizada la apertura de la Avenida hasta la Av. General Paz. Se terraplenó sobre el puente Medrano, hoy Av. García del Río. En el año 2014 se esta implementando el Metrobus, un sistema que ya a dado buenos resultados en otras Avenidas y que consiste básicamente  en que los ómnibus circulen todos por sendas ya delimitadas.

Es interesante destacar  que la mayor parte de las construcciones de pisos de categoría fueron remodeladas en su planta baja para insertarles locales comerciales, de tal manera que cualquier observador que pueda omitir el  avasallamiento de la publicidad, notará un Belgrano a nivel de Planta baja y otro del Primer piso para arriba. Este es un criterio bastante particular, ya que se trató de no eliminar toda la estructura representativa del barrio. En otras Avenidas como Crámer o la Avenida de los Incas, la edificación moderna se asemeja a cualquier otro barrio, porque son representativas de décadas más cercanas, aunque resaltan algunas construcciones particulares como la Iglesia de San Salvador construida en 1896.
Es de destacar que los habitantes de esta última Avenida no aceptan perder el empedrado por una cinta asfáltica.

Por otra parte, en el aspecto cultural, el pueblo de Belgrano es muy celoso de su identificación nacional, y se manifiesta a favor de los próceres y por personalidades locales, tal como sucedió cuando extendieron la Línea “D” del subterráneo hasta la Avenida Cabildo al 1600 con el nombre de Virrey del Pino.

Otro punto de especial cuidado son las Barrancas y sus alrededores. Una de las edificaciones más notables, también Monumento Nacional Histórico  desde 1977, es la casa del Dr. Valentín Alsina, construída entre 1850 y 1855. Fue adquirida primero por el Banco de Crédito Argentino, hoy pertenece a la Fundación del  Banco Frances.

Frente también  a la Calle 11 de Septiembre existe una glorieta o palco de música, con forma de pagoda, construida en 1910 en gran parte con hierro. Tenía por finalidad alojar orquestas y bandas y también sirvió de oratorio de muchos políticos.

La primera prueba de alumbrado a gas se realizó el 8 de Marzo de 1874. Este ensayo se hizo con más de 100 faroles instalados cada 25 metros en las actuales calles Cabildo, Echeverria y Juramento.

El nombre de esta última arteria se debe a un río de Salta en cuyo margen tuvo lugar el acto solemne de la Jura de Obediencia a la Asamblea de 1813 por las tropas del ejército del Norte al mando del General Manuel Belgrano.

Las barrancas aparecen mencionadas en los archivos históricos como una mina de tosca y cal. Juan Manuel de Rozas fue el responsable del gran pozo en la plaza más cercana a Juramento: carros y carros de tierra fueron excavados de la barranca para rellenar los terrenos de Palermo donde construyó su Palacio. Las dos plazas de Barrancas son excelentes muestras del estilo urbano de fines del Siglo XIX y tienen la marca típica de la época: las palmeras imperiales. La plaza Belgrano entra en la traza del pueblo efectuado por don Saturnino Salas  el 1º de Diciembre de 1855.

En 1858, Belgrano sumaba 1184 habitantes, de los cuales solo 648 vivían en el pueblo. A partir de esta época, el barrio comenzó a crecer, se diría, en forma desmesurada.

Sin lugar a dudas, el acontecimiento mas importante acaecido en Belgrano tuvo lugar en 1880, cuando a raíz del levantamiento de Tejedor, el Presidente Nicolás Avellaneda se sintió inseguro en Buenos Aires, motivo por el cual trasladó los Poderes Ejecutivo y Legislativo al  pueblo de Belgrano, que vió afectada su tranquilidad al convertirse abruptamente  en sede del Gobierno Nacional.

Así la modesta localidad pasó a ser la Capital provisoria del país. Las sesiones de las Cámaras tuvieron lugar en  el edificio de la Municipalidad local, hoy sede del Museo Histórico Sarmiento, y en el cual, el 20 de Septiembre se sancionó la Ley por la que se  federalizaba la Ciudad de Buenos Aires.

 Luego de haber sido pueblo, partido, capital provisoria y ciudad. Belgrano hoy es un importante núcleo urbano en donde aún se conserva mucho de la belleza y tranquilidad de los viejos tiempos.

Desde la década del 60 y sobre todo desde la siguiente, se demolieron muchas de estas casas y se construyeron en el barrio un gran número de edificios altos. Durante la última década, varias grandes torres fueron construídas en el centro de sus respectivos lotes, con servicios y comodidades (piscinas, instalaciones deportivas, etc.) para los residentes.

Es de señalar que en la década del 40 compran en gran medida la colectividad israelita  departamentos de gran categoría. En cambio en la década del 50  muchos edificios son construidos por las Fuerzas Armadas.

Entre el arroyo Maldonado y el arroyo Medrano cruza la zona belgranense el arroyo Vega sobre la calle que luego se llamó Blanco Encalada. Es de destacar que aún hoy esta zona se inunda fácilmente con las grandes lluvias, a pesar que el actual gobierno de la Ciudad  esta haciendo obras para solucionar definitivamente este grave problema.

Las vías del ferrocarril marcan la frontera entre los barrios de Belgrano y Palermo, barrio elegante y residencial de la clase media alta porteña. Belgrano casi nace con la explosión demográfica  del Siglo XIX con la llegada de los ricos de San Telmo y Montserrat durante la Fiebre Amarilla de 1870 y con la llegada masiva de inmigrantes europeos a principios del Siglo pasado.

Varios personajes, que llegaron a la Presidencia de la República vivieron en Belgrano. El primero fue Nicolás Avellaneda. Luego fue Manuel Quintana. Mas tarde fue el Presidente Marcelo Torcuato de Alvear. Luego siguieron  Agustín P. Justo, y los generales Juan Carlos Onganía, Roberto Levingston, Alejandro A. Lanusse y Fortunato Galtieri.

Belgrano tuvo el honor de poseer con todos los grados y con la primera graduación mixta de Argentina a Escuela Casto Munita. En esa misma zona uno puede toparse con la casa de Larreta, devenida en Museo. Una singularidad es su Jardín Andaluz, uno de los pocos de Buenos Aires.

Es de destacar que los alrededores también beneficiaban a la zona: el río, lo que hoy son bosques, el Campo Municipal de Golf, el Club Hípico Argentino, Harrods Gath y Chavez, el Balneario Parque Norte, etc. parecen no conformar parte del plano dejando apenas unos metros descubiertos para plazas y las consabidas Barrancas.

Existen barrios “no oficiales “dentro de Belgrano, como por ejemplo Belgrano C, origen del pueblo que hoy es una importante zona comercial, cuyo nombre proviene del nombre de la estación ferroviaria, que pertenecía al Ferrocarril Central Argentino, para diferenciarla de la estación Belgrano R, zona residencial de clase media alta, donde se encuentran algunos de los Colegios mas flemáticos de la Argentina, por ejemplo el Buenos Aires English High School, de donde surgió el mítico Club de futbol Alumni y el Belgrano Day School. Sus calles principales son Melián, La Pampa y la Avenida Forest. En este barrio, nació El Belgrano Atletic. Muy cerca se encuentra el barrio de Coghlan.

Otro barrio “no oficial” es el Bajo Belgrano. Se encuentra bajando las Barrancas y hasta el Río de la Plata, con muchos terrenos ganados al río mediante rellenos. Luego con la construcción de la Avenida Cantilo y la Ciudad Universitaria, la zona dejó de ser inundable. Sus terrenos se valorizaron de manera que hoy se levantan ahí también casas y departamentos de categoría. Esto es fácilmente comprobable cuando se transita la calle La Pampa desde el cruce con la calle  Miñones hasta la Avenida Figueroa Alcorta.

En este sitio se hizo famosa la Villa de Emergencia  denominada Bajo Belgrano que en el primer gobierno de Perón fue rodeada por un muro y fue definitivamente erradicada por el Proceso de Reorganización  Nacional a principios de los años 80.

En las ultimas décadas, con el aumento de la inmigración china en argentina, se formó en unas pocas cuadras entre las Avenidas del Libertador, Juramento, Monroe y las vías del ferrocarril dentro del Bajo Belgrano, el Barrio Chino, un sector habilitado por gran cantidad de personas de ese origen, donde fundaron gran cantidad de negocios propios.

Un capítulo especial merece el barrio River, ya que pertenece al barrio de Belgrano pero que  la mayor cantidad de gente lo atribuye a Nuñez. En esa zona se encuentra el Estadio Monumental de River Plate.

Hoy el río ya no puede verse desde el alto de una casa como hace 50 años por dos motivos: el primero es por las tierras ganadas al río, con el sistema de rellenado, donde se encuentra el terraplén del Ferrocarril  y en segundo lugar los altos edificios que en esta etapa de la civilización nos ha perdido el horizonte.


Sin embargo, el barrio entero ostenta bellos jardines siempre verdes y floridos, tanto en sus zonas de casa viejas, la de casas nuevas de la calle Melián, como en sus torres de edificios parquizados.

La migraciones internas en Argentina

Las migraciones internas en Argentina han estado afectadas por la tendencia universal de la migración del campo a la ciudad y una tendencia particular del país de concentración de la población en el Gran Buenos Aires. A lo largo de la historia se produjeron migraciones internas que delinearon la distribución geográfica de la población. Estas se pueden dividir en tres grandes etapas.

  1. Entre provincias vecinas (1810-1930).
  2. Hacia Buenos Aires .La migración interna ( 1930 – 1990 )
  3. 1990 en adelante.

A -. Entre las provincias vecinas.

En los comienzos de la Argentina como país independiente, el área más habitada era la región noroeste andina vinculada con las civilizaciones agro-alfareras precolombinas primero y luego con la explotación minera de plata, durante la Colonia.

Las primeras migraciones internas fueron de carácter interregional. Se inició con la creación del Virreinato del Río de La Plata en 1778 y se extendió durante todo el Siglo XIX. Durante este período, el puerto de Buenos Aires y la región Pampeana comenzaron a ganar importancia y a traer  la población de la región del Noroeste.











Se estima que  hacia fines de 1825 mas del 40 % de la población argentina residía en la región Pampeana, mientras que un 35%  lo hacía en el Noroeste.  El resto se repartía entre Cuyo y el Noreste.

En 1819 la población en ciudades alcanzaba al 75 % y se concentraba en esa región donde llegaba al 82%.

B Hacia Buenos Aires. La gran migración interna (1930-1990).

En 1930 comenzó una nueva etapa económica demográfica desencadenada por la finalización de dos grandes procesos. a) la crisis de 1929 que dio paso a la Gran Depresión Mundial, cerró los mercados internacionales y con  los destinos habituales del modelo agroexportador argentino y b) el fin de la gran ola de la inmigración europea.

Estas dos situaciones abrieron paso a dos grandes procesos encadenados: un considerable desarrollo industrial concentrado  en primer lugar en Buenos Aires y el
conurbano y secundariamente  en Rosario y Córdoba y en segundo lugar una gran ola de migración interna hacia las zonas industriales, provenientes del campo y de la mayor parte de las provincias, principalmente del Norte

A lo largo de este período, los inmigrantes internos se instalaron mayoritariamente en el llamado cordón industrial de Buenos Aires, ubicado completamente en la Provincia de Buenos Aires que terminará concentrando mas del 70 % de la población total del aglomerado urbano (10.000.000 en el año 2001) y volviéndose por si misma en la zona dominante del país, integrada mayoritariamente por trabajadores industriales,  descendientes de inmigrantes internos o ellos mismos migrantes internos. Secundariamente, la migración industrial pobló Rosario y Córdoba.

Por su parte, la inmigración limítrofe, con presencia en el territorio argentino desde antes de la conformación del Estado, ha circulado históricamente a través de las fronteras que unen a sus países de origen con la Argentina, desarrollando actividades comerciales en ambos lados de las mismas.

A principios del Siglo XX, la presencia de inmigrantes de esos países  alcanzaba un total de 200.000 personas.

C – 1990  en adelante

Desde  los años noventa, las políticas económicas y sociales han tenido, por lo menos tres amplios ejes articuladores, cuyas intersecciones y tensiones se expresan de forma específica en cada escala territorial : la competitividad económica, la equidad social y la sustentabilidad ambiental.







La migración de la población puede disparar conflictos de objetivos entre estos ejes y, a su vez, entre las distintas escalas territoriales.

Los tres elementos de la relación tienen vinculación directa e indirecta con los factores que definen las fuerzas de atracción y repulsión de población de diferentes territorios, por lo tanto las políticas que tengan como fin intervenir en estos ejes, se relacionan en alguna forma, ya sea explícita o implícitamente,  tanto con las causas como son las consecuencias demográficas, económicas y sociales de los desplazamientos territoriales.

En el proceso de desarrollo, las migraciones internas son un factor central para entender histórica y prospectivamente la dinámica y distribución territorial de la población.

Esto es así dado que en conjunto con la fecundidad y la mortalidad constituyen una de las tres variables fundamentales de la dinámica de una población y este es un impacto directo de la migración que tiene efecto en el corto plazo, pero genera impactos indirectos o de segunda vuelta en el mediano y largo plazo.

En este sentido, las migraciones internas son un factor importante, en algunos casos el más importante, en la definición del ritmo, la inercia y los diferenciales de crecimiento demográfico entre los territorios, dada la selectividad de la migración por edad, nivel educativo y lugar de residencia.

Además la migración interna genera impactos que afectan el nivel educativo, las tasas de desempleo y los indicadores de pobreza, es decir tres aspectos centrales de las agendas públicas sobre el desarrollo y con las cuales interactúan  las variables de población.

De esta forma las políticas y programas de desarrollo territorial requieren integrar transversalmente las migraciones tanto internas como internacionales en la definición de objetivos y metas sociales, económicas y ambientales.

La migración interna  puede ser transitoria o permanente, de retorno, cíclica o de múltiples otras formas, pero media siempre el cambio de residencia y el cruce de un límite jurisdiccional preestablecido. Es por ello que la inquietud sobre la ocupación y distribución de la población en el territorio no es nueva, es quizás uno de los problemas de política mas permanentes y tradicionales para todas las sociedades a lo largo de los siglos.

Dicho de forma mas abstracta, las relaciones entre la producción y distribución de los alimentos, el tamaño de la población que albergan los territorios y la calidad de vida ha estado presente en la discusión de estadísticas  desde hace mucho tiempo.











Algunos trabajo sugieren también que las migraciones internas podrían estar contribuyendo a acentuar las brechas territoriales. Desde fines de la crisis internacional de los años treinta del siglo pasado, la paulatina consolidación del modelo de sustitución de importaciones dio el marco político inicial para los enfoques y modelos sobre migración que se usaron para discutir sobre la planificación del desarrollo hasta la primera mitad de los años ochenta. 

Las transformaciones sociales de las últimas tres décadas reinsertan las preocupaciones por la migración interna y la pobreza  en otro programa demográfico, político e ideológico que el observado en el período del modelo de sustitución de importaciones.

A partir de 1947 y hasta 1970, los movimientos internos estuvieron caracterizados por una migración masiva hacia el Gran Buenos Aires, los llamados “ cabecitas negras” conformado por 19 Distritos.

Por otro lado, Chaco recibió un aluvión de pobladores correntinos, santiagueños y santafesinos.

Algunas provincias que habían actuado como receptoras de población enfrentaron agudas crisis que las convirtieron en expulsoras. Tucumán fue uno de esos casos, con su
crisis azucarera que motivó el cierre de numerosos Ingenios y un importante éxodo poblacional.

A nivel de localidades, la Argentina es un país con una importante concentración de población ya que el 50 %  de la misma se encuentra en siete  grandes ciudades (Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Tucumán, La Plata y Mar del Plata)


Ravenstein resumió estas nociones diciendo:

a-      La migración disminuye con la distancia.
b-      Los migrantes interurbanos tienden a trasladarse a las ciudades importantes.
c-      La población rural tiene mayor propensión a migrar que las urbanas.
d-      Las mujeres predominan entre los migrantes de corta distancia.
e-      Las mejorías tecnológicas en transporte aumentan el volumen de migración
f-       Cada flujo de migración se asocia a una corriente contraria que la compensa.
g-      Los motivos económicos predominan en las decisiones de migración.



¿La voluntad lleva al éxito ?

Muchas personas creen que sus vidas podrían mejorar si tuvieran más de esa cualidad esquiva conocida como la fuerza de la voluntad. Con una mayor fuerza de voluntad todos comeríamos de manera adecuada, haríamos ejercicios con regularidad, ahorraríamos para la jubilación y en general alcanzaríamos todo tipo de metas.

La falta de fuerza de voluntad no es la única razón por la cual una persona deja de alcanzar sus metas. Baumeister, investigador de temas  de fuerza de voluntad, describe tres componentes necesarios para lograr un objetivo:

 1) Establecer la motivación para hacer el cambio y fijar una meta clara.
 2) Monitorear el comportamiento que lleva a la meta.
3) Ejercer la fuerza de voluntad. Ya sea la meta perder peso, dejar de fumar, estudiar más, o pasar menos tiempo en Facebook, la fuerza de voluntad es un paso crítico para lograr dicha meta.

Reducida a su esencia, la fuerza de voluntad es la capacidad de resistir las tentaciones al corto plazo para cumplir con las metas de largo plazo y existen buenos motivos para hacerlo.

La vieja discusión acerca de que medida del éxito puede atribuirse al talento natural y que medida al trabajo y el esfuerzo, las conclusiones parecen señalar claramente que lo que realmente diferencia a quienes alcanzan el éxito, de las personas que se estancan en su progreso profesional, es fundamentalmente su historia de prácticas y entrenamientos.

De ahí entonces, es que decimos que la fuerza de voluntad lo puede todo, esto significa que una persona que es capaz de utilizar de forma eficiente su voluntad será capaz de alcanzar cualquier meta.

A lo largo de las años se ha observado que no se le ha dado la importancia que la voluntad tiene para lograr una transformación personal increíble.

La fuerza de voluntad es mucho más que la disposición mental a realizar determinadas tareas, es una energía muy poderosa que es capaz de crear las  imágenes en la mente subconsciente de diversas experiencias que una persona puede tener, voluntad implica obligar a que el poder espiritual que nos acompaña nos dé las cosas que deseamos, así que hablar de la fuerza de voluntad no es un tema cualquiera, ahí esta el secreto para lograr la autorrealización.

Los grandes logros de la humanidad han sido impulsados por el poder de la voluntad, muchas metas se concibieron como imposibles en algún momento, pero hubo hombres y mujeres extraordinarios que dijeron; “yo no acepto esas limitaciones, se que tiene que haber una forma de llegar a esa solución y la encontraré “, entonces con una enorme perseverancia se logró cambiar el rumbo de la historia.

Al examinar las diferencias en cuanto a logros personales, nos damos cuenta que la voluntad es lo que al final determina lo que alguien puede llegar a ser, es la disciplina y acciones repetidas las que nos llevan al éxito, entonces tener esa voluntad de luchar, a pesar de las adversidades, seguir en medio de la desesperación es lo que construye nuestra grandeza.

Que podemos hacer para mejorar nuestra fuerza de voluntad?. Podemos ir trabajando con algunas técnicas sencillas como el cumplimiento de pequeños objetivos y el aumento de la disciplina, pero este proceso puede tardar bastante tiempo, así que una solución fabulosa está con el uso de los audios especializados para aumentar la fuerza de voluntad, los cuales combinan dos tecnologías, la isocrónica y la silenciosa; la primera sirve para llevar a la mente al estado alfa de relajación, donde se tiene acceso a la mente profunda y es el momento adecuado para la autosugestión; la segunda se basa en el uso de afirmaciones que te dirán que tienes una fuerza de voluntad muy grande y que terminas todos los objetivos que se propone, se utiliza el termino “ mensajes subliminales” porque la información se transmite en una frecuencia muy baja que solo puede ser percibida en la mente profunda, esto se hace con el propósito de evitar el mecanismo de defensa que puede ocurrir en la mente conciente al escuchar los mensajes.

Al examinar las diferencias en cuanto a logros personales, nos damos cuenta que la voluntad es lo que al final determina lo que alguien puede llegar a ser, es la disciplina y acciones repetidas las que nos llevan al éxito, entonces tener  esa voluntad de luchar, a pesar de las adversidades, seguir en medio de la desesperación, es lo que construye grandeza.

Debemos decir entonces que la voluntad es la facultad superior de las personas que nos lleva a decidir que voy a hacer, tener intención de hacerlo y dirigirse a ello.

Para José Marina, filósofo español, la voluntad es una herramienta de lo que el denomina la inteligencia ejecutiva. Nuestro hacer es fruto de poner en práctica esa inteligencia ejecutiva, cuyas herramientas son orden, constancia, voluntad y motivación.

Con mi voluntad decido lo que hago o no. Gracias a ello elijo lo que hacer, soy conciente de ello y, por lo tanto, libre para hacerlo o no.

Cuando un coachee solicita un proceso de coaching suele sentirse en un espacio difuso en el que la voluntad está disminuida o confusa. Pero – y esto es lo esencial- siente la desazón  de no estar donde quiere y necesita cambiar.

La voluntad es la forma en que el ser humano experimenta su individualidad, lo afirmó Otto Rank, psicoanalista austríaco. Es probablemente, la facultad que más nos individualiza, que mas nos hace un ser singular.

Así es, con mi voluntad decido y hago, y, por encima de todo, expreso quien soy. Muestro lo que soy con lo que quiero.

Está tan directamente vinculada con mi ser, que, en la medida en que soy conciente de mi ser, lo soy de mi voluntad, de mis elecciones y acciones. 

Con frecuencia, no somos concientes de nuestro ser, y tampoco lo somos de nuestra voluntad, y lo que es peor, no somos concientes de nuestra inconciencia. Desde aquí difícilmente puedo desarrollarme como persona y elegir el futuro que deseo.

Y es aquí precisamente, donde empieza el trabajo  del coach ayudando a la toma de conciencia  de uno mismo, de la voluntad de cambio.

La voluntad tiene una gran capacidad energética que nos impulsa, da seguridad y fuerza. De hecho la expresión habitual es “fuerza de voluntad” porque entendemos muy bien la potencia que tiene en nuestro comportamiento. Siempre hay voluntad, aunque ésta  esté dirigida a permanecer como y donde estamos.

Y siempre hay energía latente que podemos desarrollar. Tenemos mas fuerza de voluntad cuanto mejor nos sustraemos de las exigencias exteriores y mas concientes somos de nuestros impulsos.

La decisión de hacer algo tiene que ser realista, inmediata y programada, de nada sirve esperar “hasta el lunes “, “el próximo mes “, o “a primero de año “. La decisión se quedará en solo buenos propósitos si no hay un compromiso personal con la decisión, que solo puede ser fruto de la coherencia entre lo que se quiere y lo que es prioritario para la persona.

La voluntad se aplica en dos direcciones opuestas, y muchas veces, complementarias;  eliminar y empujar. Para eliminar  o inhibir impulsos automáticos, comportamientos ineficaces, hábitos inadaptados.

Para empujar hacia los logros que nos planteamos. Si hablamos de cambio, hablamos de una voluntad aplicada en ambas direcciones; por un lado, tendremos que eliminar nuestro comportamiento actual, y por otro lado, adoptar un comportamiento nuevo.

Sustituir hábitos requiere, por lo tanto, un esfuerzo doble y complementario. Victor Hugo dijo en una oportunidad que a nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad. La gran potencia de la voluntad tal vez radique en la diversidad de sus componentes, que le permite actuar sobre las múltiples necesidades complementarias de la acción. Por ejemplo, si hablamos de la determinación de la voluntad nos encontramos con diferentes clases de voluntad o diferentes aplicaciones de la voluntad ante las diferentes necesidades que la acción requiere.

Es importante tener presente ahora más que nunca, que tengamos presente para conseguir nuestros objetivos en la vida, creer firmemente en ellos y aplicar nuestra voluntad, no vale solo anhelar.

Piensa en grande y tus hechos crecerán. Piensa en pequeño y quedaras atrás. Piensa que puedes y podrás. Todo está en el estado mental.


El éxito comienza por la voluntad, lo dijo Rudyard Kipling

La idiosincrasia de los argentinos

Idiosincrasia es un término griego que significa “temperamento particular”, término este vinculado al carácter y los rasgos propios de una persona o de una colectividad.

Suele contemplar cuestiones que aunque son distintivas de un sujeto, son consideradas desde un punto de vista subjetivo. En este caso, de la idiosincrasia de un grupo social, se corre el riesgo de caer en el estereotipo, ya que no todos los sujetos presentan los mismos rasgos. Se trata de señalar algunas características comunes y compartidas por un gran número de integrantes de una comunidad.

Debemos decir aquí, que Argentina  ocupa el tercer lugar en el uso de las redes  sociales en Internet, como Facebook, por un fenómeno cultural marcado por la idiosincrasia de su gente. Que motiva tanto interés ?. Es difícil precisarlo.

En sus visitas a nuestro país, Ortega y Gasset criticó duramente algunos aspectos del ser nacional, lo que provocó en su momento airadas críticas y duras respuestas. Hubo poca autocrítica y mucho narcisismo.

En cambio para Carlos Pellegrini, nuestro principal defecto es la total falta de autocrítica, mejor dicho, la creencia persistente de que somos los mejores seres del mundo. Llamamos patriotismo a esta ciega alabanza de nosotros mismos, y arrugamos el airado entrecejo contra el ciudadano que se aventura a enrostrarnos nuestros feos detalles.

Por ejemplo, la idiosincrasia de los argentinos incluye sus costumbres de tomar mate, comer carne vacuna, jugar al futbol, ser presumidos o jactanciosos, saludarse con un beso entre hombres, y utilizar el pronombre “vos” en lugar de “tú”.




Esto no quiere decir que todos los argentinos coman carne vacuna, sino que se trata de un rasgo cultural muy difundido, pero excluyente. En otras palabras, un argentino y vegetariano no es “menos argentino” que aquel que come asado todos los domingos.

Por otra parte, en algunas regiones de nuestro país, se utiliza el “tú” sin que esos ciudadanos dejen de aportar a la idiosincrasia del país.

Otro ejemplo que se puede emplear para entender el concepto que estamos tratando, es el que deja patente que uno de los rasgos de la idiosincrasia de los pueblos indígenas es su absoluto respeto por lo que es el entorno natural y medioambiental. Y es que en él tienen su hogar.

La idiosincrasia es advertida a partir del comportamiento social de las personas, sus gustos y desempeño profesional. Se dice, por ejemplo, que los pueblos latinos son más  cálidos y afectuosos que las comunidades germanas o sajonas.

Esta característica puede ser resaltada por todos aquellos que han conocido distintas regiones del mundo y están en condiciones de comparar las relaciones sociales que se establecen en los distintos países.

Los argentinos somos unos verdaderos eruditos de la política. Cualquiera que ocupe el puesto que ocupe en la escala social, es capaz de hablar de política con gran conocimiento de causa usando términos económicos que el europeo medio desconoce.

Si lo eligen para un alto cargo, no se detiene a pensar en las dificultades inherentes a esa función, la posible falta de entrenamiento, o su total carencia de aptitud. El vivo aparenta inteligencia, conocimientos, brillo y ejerce además seducción.

Siempre nos preguntamos, porqué los argentinos no somos muy queridos por el resto de los países de la América Latina. En algún sentido la pregunta tiene su razón de ser, ya que los argentinos somos muy orgullosos y nos consideramos más europeos que el resto de América, debido sin duda a la gran emigración que recibió nuestro país de los países del Viejo Mundo.

En algunas reuniones que he mantenido con profesionales de otros países de América he percibido la animadversión que existe con los argentinos, posiblemente a excepción de Perú  y Ecuador.

Otra característica muy nuestra es la famosa “viveza criolla”, entendiendo esto como prontitud, rapidez, sagacidad y astucia. Consiste precisamente, en atacar sin importar la Ley y sin que la víctima pueda devolver el golpe.

Desprecia la ley. Más aún, la ley es un obstáculo que se debe saltear o burlar. El considerado vivo se siente en el centro del mundo; si las cosas le salen mal, la culpa la tiene el otro.

La viveza criolla se extiende a todas las capas sociales y a la totalidad del territorio nacional, aunque predomina con sus rasgos bien marcados en Buenos Aires. Significa la depredación oportunista, es decir, la prontitud para obtener el máximo provecho  a la

mínima oportunidad, sin escatimar los medios a utilizar ni las consecuencias o perjuicios para los demás.

Pero la sociedad la está señalando desde hace tiempo y marcando para suprimirla. Lleva muchos años como fenómeno social y causa de complicaciones en el desarrollo del país por las consecuencias económicas que produce y el deterioro en el desarrollo. El entorno de la viveza criolla suele encontrarse con frecuencia ligado a las adicciones del tabaco y el alcohol.

El vivo se siente mejor con un “pucho” o un “trago” en la mano mientras elabora internamente la magnitud del engaño y calibra a quienes habla simulando simpatía. El argentino rápido, de respuesta sagaz y mucha calle, se representa con un cigarrillo en la boca.

Proclama que todo lo sabe y todo lo puede. Desborda capacidad para encarar cualquier iniciativa y asumir cualquier trabajo, por encumbrado y difícil que sea.

Pero se basa en la mala fe, el engaño y la inmoralidad. El fraude no lo escandaliza, porque constituye uno de sus recursos mas frecuentes. El vivo hace de su viveza un oficio y un estilo de vida.

Es un experto en los caminos que lo llevarán a encaramarse sin ninguna exigencia de idoneidad. Es rápido para responder y dispuesto para elaborar frases que no dicen nada, pero que parecen discursos. La voracidad de los vivos se regodea con la rapiña.

Existen muchos aforismos de la viveza criolla como por ejemplo “el vivo vive del zonzo y el zonzo de su trabajo o “Yo argentino” que es el reconocimiento de que no se juega por principios, por lo menos si están en juego intereses más tangibles.

Un antecedente cultural de la viveza criolla es el principal juego de cartas argentino: el Truco que ha sido estudiado por Rodriguez Villafañe con una comparación hacia la realidad política.

Enseña a soslayar la verdad y aceptar el engaño como metodología para ganar. A ocultar las acciones con códigos o señas. Y aparta a los espectadores porque “son de palo”.

Borges describió al ser nacional diciendo que el “argentino suele carecer de conducta moral, pero no intelectual; pasar por un inmoral le importa menos que pasar por un zonzo. La deshonestidad, según se sabe, goza de la veneración general.

A los turistas que enfilan hacia Buenos Aires se les recomienda tener en cuenta que, en los tres meses del verano la ciudad “queda vacía”: todos emigran hacia los eucaliptos o a Mar del Plata y otras playas de la costa atlántica.

Pero los que desean divertirse mas alocadamente toman el barco y se van a Uruguay, que les ofrece magníficas playas y donde la bikini  y el adulterio se toleran. Por otro lado, las argentinas permanecen siempre fieles a Paris, pese a la ofensiva americana.



 Lo que mas las desespera, es tener que llevar, por la diferencia de estaciones, la moda del invierno o del verano, seis meses después que en Paris. No es para menos.

Ahora bien, cuando hablamos de la mentalidad argentina, nos referimos a una modalidad de pensar y hacer, cuyas consecuencias se manifiestan aún en los rincones más ocultos de nuestra vida cotidiana.

Los argentinos acudimos a ella con cierta gracia, desden e indiferencia y hasta llegamos al punto de aceptar con pasiva y enfermiza resignación, el carácter negativo de una lógica que nos esta cerrando el horizonte de la esperanza y del futuro.

Como condimento adicional, somos eufóricos y agotamos demasiada energía en hablar mucho. Ello debe ser como resultado, tal vez, de ver todo claro y ser débiles de voluntad al mismo tiempo, configurando una mentalidad proclive a volar alto y caer, por cualquier detalle adverso, en el pesimismo, la apatía y la indolencia. Parecería que esta modalidad nos acerca sin darnos cuenta al perfil pedagógico de la estupidez.

Esta idiosincrasia se expresa de manera paradojal y discontinua: si estamos mal, nos indignamos al principio hasta acostumbrarnos al fin; si estamos bien, generamos entusiasmos desmedidos; si nos ilusionamos con algún proyecto, prometemos lo imposible y terminamos por cumplir a medias e irresponsablemente, con el agregado de lamentos y culpas a terceros.

Cuando los argentinos hacemos diagnósticos en lo social, político o cultural, parecemos expertos y quien escucha es probable que al cabo del tiempo compruebe que esa lucidez inicial no era mas que una capacidad oratoria que ocultaba la improvisación, la resignación y la comodidad, o quizás la estupidez.

Ahora bien, como nos ven los brasileños ?. En general, cuando quieren criticar ven al argentino como arrogante y fácilmente tendiente a los extremos. Cuando quieren elogiar, lo califica de culto y politizado.

No es diferente del otro lado: el argentino promedio considera al brasileño, a veces, un ser despolitizado y alienado, y otras veces un ser alegre y experto en el arte de vivir la vida sin preocupaciones. Existe en Brasil una imagen prefabricada de los argentinos que son, repito, arrogantes, melancólicos, y que se quejan de las barrigas llenas. Y ninguna de las dos imágenes corresponde completamente a la realidad.