domingo, 2 de noviembre de 2014

La migraciones internas en Argentina

Las migraciones internas en Argentina han estado afectadas por la tendencia universal de la migración del campo a la ciudad y una tendencia particular del país de concentración de la población en el Gran Buenos Aires. A lo largo de la historia se produjeron migraciones internas que delinearon la distribución geográfica de la población. Estas se pueden dividir en tres grandes etapas.

  1. Entre provincias vecinas (1810-1930).
  2. Hacia Buenos Aires .La migración interna ( 1930 – 1990 )
  3. 1990 en adelante.

A -. Entre las provincias vecinas.

En los comienzos de la Argentina como país independiente, el área más habitada era la región noroeste andina vinculada con las civilizaciones agro-alfareras precolombinas primero y luego con la explotación minera de plata, durante la Colonia.

Las primeras migraciones internas fueron de carácter interregional. Se inició con la creación del Virreinato del Río de La Plata en 1778 y se extendió durante todo el Siglo XIX. Durante este período, el puerto de Buenos Aires y la región Pampeana comenzaron a ganar importancia y a traer  la población de la región del Noroeste.











Se estima que  hacia fines de 1825 mas del 40 % de la población argentina residía en la región Pampeana, mientras que un 35%  lo hacía en el Noroeste.  El resto se repartía entre Cuyo y el Noreste.

En 1819 la población en ciudades alcanzaba al 75 % y se concentraba en esa región donde llegaba al 82%.

B Hacia Buenos Aires. La gran migración interna (1930-1990).

En 1930 comenzó una nueva etapa económica demográfica desencadenada por la finalización de dos grandes procesos. a) la crisis de 1929 que dio paso a la Gran Depresión Mundial, cerró los mercados internacionales y con  los destinos habituales del modelo agroexportador argentino y b) el fin de la gran ola de la inmigración europea.

Estas dos situaciones abrieron paso a dos grandes procesos encadenados: un considerable desarrollo industrial concentrado  en primer lugar en Buenos Aires y el
conurbano y secundariamente  en Rosario y Córdoba y en segundo lugar una gran ola de migración interna hacia las zonas industriales, provenientes del campo y de la mayor parte de las provincias, principalmente del Norte

A lo largo de este período, los inmigrantes internos se instalaron mayoritariamente en el llamado cordón industrial de Buenos Aires, ubicado completamente en la Provincia de Buenos Aires que terminará concentrando mas del 70 % de la población total del aglomerado urbano (10.000.000 en el año 2001) y volviéndose por si misma en la zona dominante del país, integrada mayoritariamente por trabajadores industriales,  descendientes de inmigrantes internos o ellos mismos migrantes internos. Secundariamente, la migración industrial pobló Rosario y Córdoba.

Por su parte, la inmigración limítrofe, con presencia en el territorio argentino desde antes de la conformación del Estado, ha circulado históricamente a través de las fronteras que unen a sus países de origen con la Argentina, desarrollando actividades comerciales en ambos lados de las mismas.

A principios del Siglo XX, la presencia de inmigrantes de esos países  alcanzaba un total de 200.000 personas.

C – 1990  en adelante

Desde  los años noventa, las políticas económicas y sociales han tenido, por lo menos tres amplios ejes articuladores, cuyas intersecciones y tensiones se expresan de forma específica en cada escala territorial : la competitividad económica, la equidad social y la sustentabilidad ambiental.







La migración de la población puede disparar conflictos de objetivos entre estos ejes y, a su vez, entre las distintas escalas territoriales.

Los tres elementos de la relación tienen vinculación directa e indirecta con los factores que definen las fuerzas de atracción y repulsión de población de diferentes territorios, por lo tanto las políticas que tengan como fin intervenir en estos ejes, se relacionan en alguna forma, ya sea explícita o implícitamente,  tanto con las causas como son las consecuencias demográficas, económicas y sociales de los desplazamientos territoriales.

En el proceso de desarrollo, las migraciones internas son un factor central para entender histórica y prospectivamente la dinámica y distribución territorial de la población.

Esto es así dado que en conjunto con la fecundidad y la mortalidad constituyen una de las tres variables fundamentales de la dinámica de una población y este es un impacto directo de la migración que tiene efecto en el corto plazo, pero genera impactos indirectos o de segunda vuelta en el mediano y largo plazo.

En este sentido, las migraciones internas son un factor importante, en algunos casos el más importante, en la definición del ritmo, la inercia y los diferenciales de crecimiento demográfico entre los territorios, dada la selectividad de la migración por edad, nivel educativo y lugar de residencia.

Además la migración interna genera impactos que afectan el nivel educativo, las tasas de desempleo y los indicadores de pobreza, es decir tres aspectos centrales de las agendas públicas sobre el desarrollo y con las cuales interactúan  las variables de población.

De esta forma las políticas y programas de desarrollo territorial requieren integrar transversalmente las migraciones tanto internas como internacionales en la definición de objetivos y metas sociales, económicas y ambientales.

La migración interna  puede ser transitoria o permanente, de retorno, cíclica o de múltiples otras formas, pero media siempre el cambio de residencia y el cruce de un límite jurisdiccional preestablecido. Es por ello que la inquietud sobre la ocupación y distribución de la población en el territorio no es nueva, es quizás uno de los problemas de política mas permanentes y tradicionales para todas las sociedades a lo largo de los siglos.

Dicho de forma mas abstracta, las relaciones entre la producción y distribución de los alimentos, el tamaño de la población que albergan los territorios y la calidad de vida ha estado presente en la discusión de estadísticas  desde hace mucho tiempo.











Algunos trabajo sugieren también que las migraciones internas podrían estar contribuyendo a acentuar las brechas territoriales. Desde fines de la crisis internacional de los años treinta del siglo pasado, la paulatina consolidación del modelo de sustitución de importaciones dio el marco político inicial para los enfoques y modelos sobre migración que se usaron para discutir sobre la planificación del desarrollo hasta la primera mitad de los años ochenta. 

Las transformaciones sociales de las últimas tres décadas reinsertan las preocupaciones por la migración interna y la pobreza  en otro programa demográfico, político e ideológico que el observado en el período del modelo de sustitución de importaciones.

A partir de 1947 y hasta 1970, los movimientos internos estuvieron caracterizados por una migración masiva hacia el Gran Buenos Aires, los llamados “ cabecitas negras” conformado por 19 Distritos.

Por otro lado, Chaco recibió un aluvión de pobladores correntinos, santiagueños y santafesinos.

Algunas provincias que habían actuado como receptoras de población enfrentaron agudas crisis que las convirtieron en expulsoras. Tucumán fue uno de esos casos, con su
crisis azucarera que motivó el cierre de numerosos Ingenios y un importante éxodo poblacional.

A nivel de localidades, la Argentina es un país con una importante concentración de población ya que el 50 %  de la misma se encuentra en siete  grandes ciudades (Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Tucumán, La Plata y Mar del Plata)


Ravenstein resumió estas nociones diciendo:

a-      La migración disminuye con la distancia.
b-      Los migrantes interurbanos tienden a trasladarse a las ciudades importantes.
c-      La población rural tiene mayor propensión a migrar que las urbanas.
d-      Las mujeres predominan entre los migrantes de corta distancia.
e-      Las mejorías tecnológicas en transporte aumentan el volumen de migración
f-       Cada flujo de migración se asocia a una corriente contraria que la compensa.
g-      Los motivos económicos predominan en las decisiones de migración.



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