viernes, 2 de enero de 2015

El mundo en el futuro en el 2100

En 1964,  Isaac Asimov, el gran escritor ruso, tras visitar la Feria Mundial de NuevaYork, se mostraba muy entusiasmado ante los avances de la Humanidad desde 1900 hasta 1960 que mostraba la Exposición. Solo echó en falta que no hubiera procesos del futuro y pensaba como sería la vida dentro de 50 años, en el 2014. Así comenzaba Asimov describiendo en un artículo en el New York Times  plasmando  su visión sobre como sería  el mundo medio siglo después, es decir en el 2014.

El escritor no acertó en muchas de sus predicciones o se quedó corto en otras, como la estimación de la población mundial para el 2014 (calculó que habría 6500 y ya vamos por 7200 millones). Cuando escribió el artículo en 1964, había 3.000 millones de personas en el mundo.

Es posible que la población mundial siga creciendo a lo largo del Siglo XXI y que en el 2100 estemos en los 11.000 millones de habitantes. El 80% vivirá en mega ciudades, según lo afirma Naciones Unidas.

Haciendo un balance del medio centenar de afirmaciones que aproximadamente incluyó en su artículo, podríamos decir que acertó de lleno en algo menos del 40 %. Un 30 % no se ha cumplido y está muy lejos de hacerse realidad, mientras que en otro 30% acertó parcialmente o se aproximó, por ejemplo, cuando afirmó “Los aparatos no tendrán cables, y estarán alimentados por baterías de radioisótopos de larga duración.

Tampoco tenemos coches que levitan y se desplazan a varios centímetros del suelo, ni aceras móviles en las calles como predijo. No fue capaz de predecir Internet. 

Asimismo pensaba que en el 2014 tendríamos ya colonias humanas en la Luna, pero lo cierto es que, desde 1972 ningún astronauta ha vuelto a visitar nuestro satélite.

El deseo de pronosticar el futuro es fascinante. Pero con frecuencia se nos escapa cuando se intenta concretarlo. La fantasía juega con nosotros y lo habitual es que equivoquemos la tendencia del progreso. De ahí la fascinación a la que sucumbimos.


El fisico Michio Kaku (2011)  afirma definir las tendencias del futuro a partir de asumir cuanto fracaso hemos acumulado en el pasado. Además ofrece una visión mucho más auténtica que otras, porque parte de la premisa de que las semillas de las tecnologías que le darán forma a la vida diaria en el 2100 y que “determinarán el destino de la humanidad” ya se están cultivando en laboratorios y centros de investigación de todo el planeta.

También anticipa Kaku que dentro de solo cien años, seremos como “dioses mitológicos” capaces de  de manipular objetos con la mente, crear cuerpos perfectos, alargar nuestra exsistencia, desarrollar nuevas formas de vida nunca  vistas en la superficie del planeta y enviar naves interestelares para explorar estrellas  cercanas, entre muchos otros prodigios hoy impensables.

Afirma además que nuestros cerebros son hoy en un sentido, iguales a los de nuestros parientes de la época de las cavernas
Qué nuevas tecnologías podrán desarrollarse en los próximos cien años ?.

En el Siglo XIX, muchos científicos predecían que en el futuro habría naves transatlánticas, pero pensaban que eran globos aerostáticos. Hoy comprendemos nuevas leyes de la naturaleza aumentando la probabilidad del acierto en el pronóstico primero, luego aceptamos la ley de la gravedad y eso preparó el cambio hacia la revolución industrial.

Comprender nuevas leyes naturales aumenta la probabilidad del acierto en el pronóstico. La fuerza electromagnética que hace funcionar tantos aparatos, fue la segunda ley que Thomas Edison, Faraday y Maxwell convirtieron en una nueva revolución.

La tercera y cuarta  fuerzas que se conocieron fueron las nucleares; la fuerza fuerte y la fuerza débil. Cuando Einstein escribió su famosa fórmula  E=mc2, y cuando se fusionó el átomo en la década del 30, se empezaron a comprender las fuerzas que iluminan los cielos. A su vez la teoría cuántica nos ha proporcionado el transistor, el láser y la revolución digital, propulsora de nuestra sociedad moderna. 

Hoy estamos mejor capacitados para intuir la ciencia y la tecnología durante los próximos cien años, de modo que  ¿por qué no intentarlo?

Como será nuestro mundo en el 2100 ?

Será el 2100 un año  de desastre o de salvación ?  ¿ la población mundial habrá acabado con los recursos del planeta ? o ¿ conoceremos la experiencia de un mundo unificado haciendo un llamado sin precedente en la Era de la Conciencia Global ?

Nuestra línea de tiempo comienza alrededor de 2015, cuando se espera que los próximos avances tecnológicos echen a andar el siguiente ciclo económico ascendente.

Al ritmo de crecimiento actual, la pobreza habrá disminuido a la mitad en esta década.

El 30 % de las corporaciones habrán incorporado prácticas de administración sustentable, creando una industria verde valuada ente 10 y 20 billones de dólares para finales del 2020.

Desde el 2015 hasta el 2020 la duplicación mundial del PIB hará que la mega crisis mundial se vuelva intolerable y el planeta estará tambaleándose en el colapso ambiental.

Algunas tecnologías como nuevas fuentes de poder solar, geotermal, almacenaje de energía en base a celdas de combustible y fusión, podrían alimentar la creciente demanda global.

Los gobiernos y otras organizaciones  sociales ya han hecho las predicciones de las consecuencias, pero como no están sintiendo el impacto total en el presente, es posible que la respuesta de esos organismos llegue muy retrasada. Una vez que el dolor es agudo, la oportunidad para cambios en amplia escala de las fuerzas que actúan sobre elclima o de las técnicas de ingeniería planetaria para revertir la inestabilidad del clima, se habrá perdido.

El dinero ha estado entre nosotros desde el principio de la historia. Un futuro sin dinero podría sugerir que nos dirigimos a una economía de trueque, más que a una economía de intercambio en el 2100.

Es fundamentalmente factible que esto pueda ocurrir a nivel individual. Sin embargo, es poco probable que el sistema de trueque funcione en el nivel social. Es más fácil asegurar el suministro de servicios públicos como la seguridad o la justicia a través de la contribución monetaria, como por ejemplo los impuestos.

Lo que podría variar es quién emite el dinero. Actualmente los gobiernos se reservan a sí mismos el derecho de emitir moneda. No obstante, han surgido algunos sistemas paralelos de emisión de dinero. Por ejemplo, estamos acostumbrados a pagar con nuestras millas o puntos, para viajar.

El cambio climático parece irreversible. Se estima que para el 2100 la temperatura promedio de nuestro planeta se eleve por lo menos 4 grados. Esto traerá como consecuencia la completa desaparición de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, lo que hará que el nivel de los mares suba varios metros. 

Desaparecerán las ciudades costeras en todo el mundo, por lo que lugares como NuevaYork y Cartagena solo podrán ser visitadas por buzos. En la mayor parte del estado de la Florida, tendrán que sustituir los autos por canoas.

Para esa fecha, 2100, China dominará el mundo tras convertirse en la primera potencia económica mundial en 2036 y primera potencia en renta per cápita en 2064. El progresivo declive de los EEUU a favor de los dragones asiáticos resultará en un nuevo orden mundial, de manera que el antiguo gigante, Japón, será ahora un mero satélite de la gran dualidad China-India

La potencia de las computadoras, que se duplica  más o menos cada 18 meses, ha crecido exponencialmente y no se puede poner límite alguno a la Ley empírica de Moore, que ha guiado a la industria informática;  cada Navidad nuestros nuevos juegos son casi el doble de potentes que en el año anterior.

Hoy, un teléfono móvil tiene más potencia que las computadoras que tenía la NASA en 1969, cuando consiguió que dos astronautas pisaran por primera vez la Luna.

En el futuro próximo, Internet estará omnipresente; en pantallas murales, mobiliario, carteleras o incluso en nuestros anteojos y lentes de contacto; con el simple gesto del parpadeo ya estaremos conectados.

En nuestras gafas veremos simultáneamente imágenes virtuales superpuestas al mundo real. Susumu Tachi, de la Universidad de Kejo en Japón, esta diseñando unos lentes  que fusionan la fantasía y la realidad. Un soldado en acción podrá recibir a través de sus lentes especiales, información sobre la posición del enemigo e instrucciones de los mandos. Ya en el 2004, los inventores de Google barajaban estos escenarios futuristas.

Se acabó el acceder a la información y navegar por Internet a golpe de ratón: lo haremos a golpe de pensamiento. Haciendo  uso de implantes cerebrales, que recogerán impulsos eléctricos del cerebro, podremos acceder a una página Web simplemente pensando en la misma. 

Quizás un día no sólo enterraremos el papel, también las pantallas: toda la información fluirá entre chips y neuronas y la visualizaremos en nuestros cerebros. Los amputados podrán controlar sus prótesis directamente con la mente y con exquisita precisión.

Triunfará la “computación afectiva”: ordenadores dotados de emociones, lo que las hará más inteligentes, pues se ha demostrado que sin emociones es imposible alcanzar decisiones racionales.

Ya hay robots sencillos que aspiran el polvo de las alfombras, pero ¿cómo serán los robots del futuro ? Serán robots modulares y no tendrán apariencia humana; cambiarán de forma según la función que emprendan para resolver una inmensidad de problemas técnicos. Algunos se utilizarán como cirujanos: aminoraran  los riesgos con una precisión extrema. 

A mediados del siglo, llegaran los robots emotivos: podrán hacer evaluaciones y juicios sobre, por ejemplo, a quien salvar en un terremoto o en un incendio. Posiblemente, en ese tiempo los robots lleguen a tener la inteligencia de un perro o un gato.

El Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon ha experimentado con buen éxito con “robots pensantes “, manufactura inteligente;  vehículos autónomos, etc. Unrobot multitareas nos costará tanto como un automóvil

Se prevee que los robots tendrán capacidad para aprender y tomar decisiones en una fecha tan cercana como el año 2020. También se prevee que la industria de la robótica sobrepasará el mercado automotriz en 2025.

Los coches, por fin, se conducirán solos. Pero la transición a los coches inteligentes no será inmediata. Primero, serán los ejércitos quienes desplegarán sus vehículos robot; después, aparecerán modelos específicos para las grandes autopistas.

En la evolución de la aviación comercial, se podrá apreciar la presencia de materiales de bajo peso dejando atrás esa imagen de cilindros cerrados que han tenido siempre. También se destaca la sustitución de las tradicionales clases por unas zonas personalizadas para ayudar a los pasajeros a relajarse, con aire enriquecido, antioxidantes, iluminación ambiental, etc. 

De ahí que los viajes mas largos no serán un problema. De la propulsión nada se comenta pero es de esperar que en un futuro, la aviación comercial de el salto  de los super contaminantes actuales, a unos nuevos compuestos.

Por lo que respecta  a la exploración espacial se cree que el turismo cósmico será algo habitual, pero no tan barato como muchos quisieran. Se cree también que el hombre llegará a Marte. El problema no es tecnológico, sino económico. 

El costo de una misión tripulada a Marte es prohibitivo, a no ser que el método de transporte cambie radicalmente, para lo que es necesario más de 50 años. 

Queda por resolver el problema del impacto de la radiación y la falta de gravedad en el viaje de ida y vuelta, pero se estima que esto podrá solucionarse con el tiempo. El objetivo en los años futuros será preparar el establecimiento de bases permanentes o colonias tanto en la Luna como en Marte.

En cuanto al diagnóstico en la  atención médica se abordará a través de programas informáticos robotizados que alcanzarán hasta un 95 % de acierto en las enfermedades más comunes. 

Un niño que nazca hoy tendrá 86 años en el 2100. Nosotros podríamos estar por aquí todavía.

Yo nací como humano en el año 1933. Sin embargo, ahora soy un cyborg incrementado con un pequeño stent en el corazón. En unos años, a lo mejor tendré un reemplazo de pulmones y corazón. La diabetes se podría llevar mis extremidades, pero serán sustituidas por unas de metal. 

Con el tiempo, todos mis órganos  habrán sido incrementados, excepto quizás mi cerebro.

Cada uno de estos instrumentos podrá prolongar mi vida mucho más allá del 2100. 

Qué tantos elementos se requerirán para ser considerado como humano ? , ¿seremos legalmente responsables de las acciones de nuestros robots  si hieren o lastiman a otro Cyborg/humano ?, ¿trabajaremos para un robot “ muy inteligente “ ? y, ¿ cuando nuestro robot diga que es conciente, le creeremos ? Cómo podremos saber ?

Ray Kurzwell ha subrayado con  tino  que la distinción entre humanos y computadoras  dejará de ser muy clara y que la expectativa de vida dejará de ser un término en uso.

El doctor informático dispondrá de un mapa completo con los genes del paciente y recomendará un tratamiento compatible con la dotación genética e historial clínico de cada uno.

Históricamente la medicina ha atravesado tres grandes etapas: la primera, que duró  miles de años, estuvo dominada por la superstición, la brujería y los rumores. Todos los recursos eran hierbas y más tarde algún compuesto químico.

La segunda comenzó en el Siglo XX con la llegada de la bacteriología y la mejora de la higiene. La tercera es la medicina molecular: la función de la física y la medicina que reduce esta a átomos, moléculas y genes.

Ahora la teoría cuántica nos ha dado modelos sorprendentemente detallados de la disposición de los átomos en cada proteína y en cada molécula de ADN. Sabemos como construir las moléculas de la vida, átomo a átomo, de la nada. 

En un futuro cercano será posible la utilización directa de células madre, capaces de transformarse en cualquier tipo de célula del cuerpo.

Pasaremos de humanos a posthumanos y la mayor parte de la humanidad avanzará hacia un futuro mágico. Nuestros cuerpos biológicos serán complementados y suplementados en diversos sustratos, y nuestros cerebros estarán conectados de forma permanente a una nube de inteligencia asombrosa o cerebro global. 

La civilización humana se unirá para formar un organismo planetario con una inteligencia millones de veces superior a la actual. Un posthumano  procesará en un segundo lo que un humano actual procesa en toda una vida.

A finales de este siglo controlaremos las computadoras con nuestra mente. Pensaremos ciertas órdenes y nuestros deseos serán obedecidos. Se van a necesitar décadas de trabajos preparatorios, pero los fundamentos ya están establecidos.

Analizando los impulsos eléctricos que circulan a través de las neuronas, mediante nuevas generaciones de captadores de esos impulsos, se podrán traducir en una pantalla los estados cerebrales. 

En la medida en que el sujeto pueda llegar a observar la traducción puede también mover el cursor de la computadora sólo con el pensamiento.

Ya existen versiones de traductores universales pero en el futuro cuando viajemos a un país extranjero y hablemos con nativos, veremos los subtítulos correspondientes en nuestras lentes de contacto. 

En la Carnegie University, en Pittsburg, ya tienen prototipos que pueden traducir del chino al inglés o al alemán. 

Para ello, colocan determinados electrodos en el cuello y rostro de la persona que estáhablando, captan la contracción de los músculos y a través de los mensajes electrónicos descifran las palabras que se están pronunciando, previamente traducidas.

En el futuro, será todavía más accesible el contacto con amigos y extrañosPediremos a la pantalla organizar juegos y otras actividades con otros individuos de cualquier parte del mundo

Podremos pedir casi todo al rostro amable que aparecerá en la pantalla: de antemano, conocerá nuestras preferencias demostradas en contactos o recorridos anteriores. Planificaremos viajes, estudios  u opciones de rutas para comprar

En torno al 2100, quizás sea posible invertir los efectos del envejecimiento mediante la aceleración de los mecanismos de reparación celular: podremos elevar, tal vez,  la esperanza de vida a 150 años. ¿será inevitable entonces la muerte ? 

Al contrario de lo que pudiera parecer, lo natural de la vida no es la mortalidad, sino la inmortalidad. El ADN es una molécula inmortal que apareció por primera vez hace 3000 millones de años, y esa misma molécula existe hoy en día.

Quizás estamos programados para morir  pero también es posible que podamos reprogramarnos a nosotros mismos para vivir s tiempo.

En el futuro, aumentar la duración de la vida no se logrará bebiendo en la fuente de la eterna juventud. Si se logra será combinando varios métodos como: a) crear nuevos órganos para sustituir a los desgastados: b) utilizar la terapia génica para modificar los genes que frenen el envejecimiento: c) utilizar menos sensores para detectar la enfermedad antes de que sea un problema: y d) mantener un estado de vida saludable incluyendo el uso de preparados diseñados para potenciar la reparación celular.

El inicio de la vejez se retrasaría y se subdividirá porque los viejos serán numerosos.  

Algunos denominará“cuarta edad” a la fase final de la vida, la decrepitud. Los países más desarrollados alcanzarán una esperanza de vida al nacer de 95 años (ocho años más que ahora) y los menos desarrollados 74. Se estima que en las próximas décadas disminuirá en forma drástica el número de personas en edad de trabajar para apoyar a los jubilados. 

Esta tendencia general afectará tanto a los países en desarrollo como a los actuales países desarrollados, según lo afirma Raffery, Profesor de estadísticas y sociología de la Universidad de Washington.

Nos equivocaremos como Asimov o haremos una predicción mejor. Lástima que no estaremos para ver todo esto en el año 2100.

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