Muchas personas creen que sus
vidas podrían mejorar si tuvieran más de esa cualidad esquiva conocida como la fuerza
de la voluntad. Con una mayor fuerza de voluntad todos comeríamos de manera
adecuada, haríamos ejercicios con regularidad, ahorraríamos para la jubilación
y en general alcanzaríamos todo tipo de metas.
La falta de fuerza de voluntad no
es la única razón por la cual una persona deja de alcanzar sus metas. Baumeister,
investigador de temas de fuerza de
voluntad, describe tres componentes necesarios para lograr un objetivo:
1) Establecer la motivación para hacer el
cambio y fijar una meta clara.
2) Monitorear el comportamiento que lleva a la
meta.
3) Ejercer la
fuerza de voluntad. Ya sea la meta perder peso, dejar de fumar, estudiar más, o
pasar menos tiempo en Facebook, la fuerza de voluntad es un paso crítico para
lograr dicha meta.
Reducida a su
esencia, la fuerza de voluntad es la capacidad de resistir las tentaciones al
corto plazo para cumplir con las metas de largo plazo y existen buenos motivos
para hacerlo.
La vieja
discusión acerca de que medida del éxito puede atribuirse al talento natural y
que medida al trabajo y el esfuerzo, las conclusiones parecen señalar
claramente que lo que realmente diferencia a quienes alcanzan el éxito, de las
personas que se estancan en su progreso profesional, es fundamentalmente su
historia de prácticas y entrenamientos.
De ahí
entonces, es que decimos que la fuerza de voluntad lo puede todo, esto
significa que una persona que es capaz de utilizar de forma eficiente su
voluntad será capaz de alcanzar cualquier meta.
A lo largo de
las años se ha observado que no se le ha dado la importancia que la voluntad
tiene para lograr una transformación personal increíble.
La fuerza de
voluntad es mucho más que la disposición mental a realizar determinadas tareas,
es una energía muy poderosa que es capaz de crear las imágenes en la mente subconsciente de
diversas experiencias que una persona puede tener, voluntad implica obligar a
que el poder espiritual que nos acompaña nos dé las cosas que deseamos, así que
hablar de la fuerza de voluntad no es un tema cualquiera, ahí esta el secreto
para lograr la autorrealización.
Los grandes
logros de la humanidad han sido impulsados por el poder de la voluntad, muchas
metas se concibieron como imposibles en algún momento, pero hubo hombres y
mujeres extraordinarios que dijeron; “yo no acepto esas limitaciones, se que
tiene que haber una forma de llegar a esa solución y la encontraré “, entonces
con una enorme perseverancia se logró cambiar el rumbo de la historia.
Al examinar
las diferencias en cuanto a logros personales, nos damos cuenta que la voluntad
es lo que al final determina lo que alguien puede llegar a ser, es la
disciplina y acciones repetidas las que nos llevan al éxito, entonces tener esa
voluntad de luchar, a pesar de las adversidades, seguir en medio de la
desesperación es lo que construye nuestra grandeza.
Que podemos
hacer para mejorar nuestra fuerza de voluntad?. Podemos ir trabajando con
algunas técnicas sencillas como el cumplimiento de pequeños objetivos y el
aumento de la disciplina, pero este proceso puede tardar bastante tiempo, así
que una solución fabulosa está con el uso de los audios especializados para
aumentar la fuerza de voluntad, los cuales combinan dos tecnologías, la
isocrónica y la silenciosa; la primera sirve para llevar a la mente al estado
alfa de relajación, donde se tiene acceso a la mente profunda y es el momento
adecuado para la autosugestión; la segunda se basa en el uso de afirmaciones
que te dirán que tienes una fuerza de voluntad muy grande y que terminas todos
los objetivos que se propone, se utiliza el termino “ mensajes subliminales”
porque la información se transmite en una frecuencia muy baja que solo puede
ser percibida en la mente profunda, esto se hace con el propósito de evitar el
mecanismo de defensa que puede ocurrir en la mente conciente al escuchar los
mensajes.
Al examinar
las diferencias en cuanto a logros personales, nos damos cuenta que la voluntad
es lo que al final determina lo que alguien puede llegar a ser, es la
disciplina y acciones repetidas las que nos llevan al éxito, entonces tener esa voluntad de luchar, a pesar de las
adversidades, seguir en medio de la desesperación, es lo que construye
grandeza.
Debemos decir
entonces que la voluntad es la facultad superior de las personas que nos lleva
a decidir que voy a hacer, tener intención de hacerlo y dirigirse a ello.
Para José
Marina, filósofo español, la voluntad es una herramienta de lo que el denomina
la inteligencia ejecutiva. Nuestro hacer es fruto de poner en práctica
esa inteligencia ejecutiva, cuyas herramientas son orden, constancia, voluntad
y motivación.
Con mi
voluntad decido lo que hago o no. Gracias a ello elijo lo que hacer, soy
conciente de ello y, por lo tanto, libre para hacerlo o no.
Cuando un
coachee solicita un proceso de coaching suele sentirse en un espacio difuso en
el que la voluntad está disminuida o confusa. Pero – y esto es lo esencial-
siente la desazón de no estar donde
quiere y necesita cambiar.
La voluntad
es la forma en que el ser humano experimenta su individualidad, lo afirmó
Otto Rank, psicoanalista austríaco. Es probablemente, la facultad
que más nos individualiza, que mas nos hace un ser singular.
Así es, con mi
voluntad decido y hago, y, por encima de todo, expreso quien soy. Muestro lo
que soy con lo que quiero.
Está tan
directamente vinculada con mi ser, que, en la medida en que soy conciente de mi
ser, lo soy de mi voluntad, de mis elecciones y acciones.
Con
frecuencia, no somos concientes de nuestro ser, y tampoco lo somos de nuestra
voluntad, y lo que es peor, no somos concientes de nuestra inconciencia. Desde
aquí difícilmente puedo desarrollarme como persona y elegir el futuro que
deseo.
Y es aquí
precisamente, donde empieza el trabajo
del coach ayudando a la toma de conciencia de uno mismo, de la voluntad de cambio.
La voluntad
tiene una gran capacidad energética que nos impulsa, da seguridad y fuerza. De
hecho la expresión habitual es “fuerza de voluntad” porque entendemos
muy bien la potencia que tiene en nuestro comportamiento. Siempre hay voluntad,
aunque ésta esté dirigida a permanecer
como y donde estamos.
Y siempre hay
energía latente que podemos desarrollar. Tenemos mas fuerza de voluntad cuanto
mejor nos sustraemos de las exigencias exteriores y mas concientes somos de nuestros
impulsos.
La decisión de
hacer algo tiene que ser realista, inmediata y programada, de nada sirve
esperar “hasta el lunes “, “el próximo mes “, o “a primero de año “. La
decisión se quedará en solo buenos propósitos si no hay un compromiso personal
con la decisión, que solo puede ser fruto de la coherencia entre lo que se
quiere y lo que es prioritario para la persona.
La voluntad se
aplica en dos direcciones opuestas, y muchas veces, complementarias; eliminar y empujar. Para eliminar o inhibir impulsos automáticos,
comportamientos ineficaces, hábitos inadaptados.
Para empujar
hacia los logros que nos planteamos. Si hablamos de cambio, hablamos de una
voluntad aplicada en ambas direcciones; por un lado, tendremos que eliminar
nuestro comportamiento actual, y por otro lado, adoptar un comportamiento
nuevo.
Sustituir
hábitos requiere, por lo tanto, un esfuerzo doble y complementario. Victor Hugo
dijo en una oportunidad que a nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les
falta es voluntad. La gran potencia de la voluntad tal vez radique en la
diversidad de sus componentes, que le permite actuar sobre las múltiples
necesidades complementarias de la acción. Por ejemplo, si hablamos de la
determinación de la voluntad nos encontramos con diferentes clases de voluntad
o diferentes aplicaciones de la voluntad ante las diferentes necesidades que la
acción requiere.
Es importante
tener presente ahora más que nunca, que tengamos presente para conseguir
nuestros objetivos en la vida, creer firmemente en ellos y aplicar nuestra
voluntad, no vale solo anhelar.
Piensa en
grande y tus hechos crecerán. Piensa en pequeño y quedaras atrás. Piensa que
puedes y podrás. Todo está en el estado mental.
El éxito
comienza por la voluntad, lo dijo Rudyard Kipling
No hay comentarios:
Publicar un comentario